Bielorrusia: cómo los medios de comunicación independientes y los activistas siguen arriesgándolo todo

EUvsDisinfo ha estado siguiendo regularmente cómo el régimen ilegítimo de Lukashenko abusa del sistema jurídico y las fuerzas de seguridad de Bielorrusia para acallar las pocas voces independientes que quedaban en el país. Los objetivos son periodistas, medios de comunicación regionales, canales de Telegram y sus seguidores y lectores.
Ejercer la libertad de expresión en Bielorrusia ya era difícil incluso antes de las elecciones fraudulentas celebradas en agosto de 2020. Sin embargo, después de estos comicios, la represión del régimen aumentó. El número de casos y ejemplos sigue siendo tan grande que citarlos todos requeriría cientos de páginas.
A continuación, resumimos las principales medidas que ha tomado el régimen de Lukashenko en los últimos meses, entre las que se incluyen: la persecución de periodistas, el uso de cargos inventados o absurdos, sentencias de prisión severas, «confesiones» forzadas y coacción de familiares y amigos de activistas, una mayor represión en las redes sociales y una distorsión del entorno empresarial, la manipulación de cuentas y un contacto más estrecho con las autoridades rusas relacionadas con los medios de comunicación. Así las cosas, se prevé más represión.
Marzo de 2022
Periodistas juzgados con cargos absurdos. El 15 de marzo, Yahor Martsinovich y Andrei Skurko, redactor jefe y editor de Nasha Niva, respectivamente, fueron sentenciados a dos años y medio años de prisión por aplicar unas tarifas supuestamente erróneas en el pago de los servicios públicos suministrados a la oficina del periódico en Minsk. Nasha Niva es el medio de comunicación independiente en bielorruso más popular del país. El KGB acusó al periodista bielorruso Dzianis Ivashyn, encarcelado desde marzo de 2021, de cooperar con los servicios secretos de Ucrania y de traición al Estado. Ivashyn había colaborado con el medio de comunicación independiente Novy Chas («Tiempo Nuevo») y la iniciativa ucraniana de desmentido de desinformación y noticias falsas InformNapalm.
El número de vídeos de «confesiones» en los canales de Telegram que difunden propaganda sobre Bielorrusia ha aumentado de forma notable. Cada semana, aparecen docenas de vídeos en Telegram, con personas que piden perdón por supuestas irregularidades como, por ejemplo, hacer clic en anuncios con combinaciones prohibidas de color blanco y rojo.
En busca de «los quintacolumnistas». Diferentes clases sociales y categorías profesionales de la población han sido víctimas. Por ejemplo, en el período previo a la invasión rusa de Ucrania, el ejército ruso empleó la infraestructura ferroviaria de Bielorrusia. Desde entonces, los partidarios del régimen han obligado a docenas de empleados del sistema ferroviario de Bielorrusia a grabar «vídeos de confesiones» publicados en los canales de Telegram pro-régimen. Los empleados «confesaron» haber cometido irregularidades y se dijo que pertenecían al canal de Telegram «Comunidad de trabajadores ferroviarios», que ha sido calificado como «extremista» por el régimen bielorruso.
Los menores también han sido obligados a confesar en los canales de Telegram pro-régimen. Por ejemplo, dos adolescentes bielorrusas confesaron haber subido supuestamente vídeos de equipos militares en Bielorrusia a sus cuentas de TikTok. No ofrecemos el enlace de estos vídeos perturbadores para no fomentar su difusión.
Colaboradores de Wikipedia acusados. Mark Bernstein, un activista bielorruso de Wikipedia, fue arrestado durante quince días por «difundir contenidos antirrusos falsos». Ocurrió después de que un canal de Telegram de propaganda rusa publicara los datos personales de Bernstein y lo acusara de violar una nueva ley rusa que prohíbe las críticas a la guerra en Ucrania al corregir un artículo de Wikipedia relacionado con la invasión rusa. Bernstein permaneció detenido y, un mes más tarde, fue sentenciado a tres años de libertad vigilada y puesto en libertad. Otro colaborador de Wikipedia, Pavel Pernikov, fue condenado a dos años por ser coautor de artículos sobre las protestas electorales de 2020 y la represión en Bielorrusia.
Una campaña de represión contra los agregadores de noticias. El 22 de marzo, se publicó el decreto de Lukashenko relativo a los agregadores de noticias en línea. El decreto establece que, si un agregador coloca en su fuente de noticias un artículo de un medio de comunicación restringido oficialmente, el propio agregador puede sufrir restricciones. Aunque el decreto no menciona a ningún agregador en concreto, se cree que hace referencia ante todo a Yandex y Google News. Por lo tanto, el régimen bielorruso intenta cerrar las lagunas que quedan para que el público bielorruso pueda acceder a información no controlada u objetiva.
Rusia ha restringido el acceso a los medios de comunicación independientes en línea de Bielorrusia, quizá debido a su cobertura de la guerra contra Ucrania, que las personas dentro de Rusia seguían cada vez más. Las autoridades también bloquearon los sitios web de Zerkalo.io (antes Tut.by), Nasha Niva, Euroradio y Belsat, entre otros.
Abril de 2022
Normas draconianas para la publicidad comercial. El 31 de marzo, Lukashenko firmó un decreto, titulado «Sobre el desarrollo de los medios de comunicación», que regula la publicidad comercial. El decreto introduce un impuesto del 10 % sobre la colocación de anuncios en exteriores o en el transporte público; para los demás casos, se fija en el 20 %. El impuesto lo pagan los anunciantes y se utiliza para apoyar los medios de comunicación estatales. Si los anuncios se ponen directamente en los medios de comunicación estatales, no se paga el impuesto. Por lo tanto, cualquier publicidad de marcas internacionales en Bielorrusia, independientemente de dónde se ponga, patrocina la propaganda estatal.
Continúan las restricciones en línea. El acceso a Voice of Belarus, una iniciativa mediática dirigida por voluntarios, fue prohibido en Bielorrusia. Las autoridades calificaron de «extremista» los contenidos del popular medio de comunicación regional independiente Media Polesye, así como sus publicaciones en Vkontakte y Odnoklassniki; hace ya tiempo que se restringió el acceso a su sitio web y se despidió a sus empleados. Con anterioridad, las autoridades habían iniciado una causa penal contra el propietario de Media Polesye. El bloguero de TikTok Andrei Beliavsky, cuya cuenta siguen más de cien mil personas, fue brutalmente detenido. Los canales de Telegram pro-régimen publicaron su «vídeo de confesión» y un vídeo de su detención. Se le acusa de insultar a Lukashenko.
Además, el régimen calificó de «extremistas» una serie de canales de Telegram, y el Tribunal Supremo de Bielorrusia calificó como «terroristas» a los populares canales de Telegram NEXTA, NEXTA Live y Luxta. El 19 de abril, durante una reunión de alto nivel con funcionarios de seguridad, Lukashenko criticó a sus seguidores por no ser más leales y resueltos a la hora de lidiar con los «extremistas». No solo numerosos medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales son calificados como «extremistas», sino también diferentes contenidos impresos. Por ejemplo, un medio de comunicación informó de que el Ministerio de Información había agregado a la lista de «extremistas» un libro de heráldica militar bielorrusa titulado La historia militar de Bielorrusia.
Manipulación de la audiencia de los canales de YouTube controlados por el Estado. A finales de marzo y principios de abril de 2022, se produjo un aumento considerable de las visitas al canal de YouTube de la empresa estatal de radiodifusión y televisión de Bielorrusia, así como a otros canales de YouTube controlados por el Estado, sobre todo en lo que respecta a los vídeos relacionados con Ucrania. Algunos vídeos, que por lo general solo tienen unos pocos miles de visualizaciones, fueron vistos cientos de miles de veces, incluso en algunas ocasiones más de un millón de veces. Estos números podrían haber sido el resultado de importantes pagos promocionales invertidos en la cobertura pro-Kremlin de la guerra en Ucrania y de las relaciones entre Rusia y Occidente. Las cifras de audiencias infladas volvieron a la normalidad a finales de abril.
Vídeos de madres de combatientes bielorrusos en Ucrania. Un canal de Telegram vinculado con el régimen bielorruso publicó un vídeo de una mujer de sesenta y ocho años, la madre de un voluntario bielorruso que combate por Kiev y Ucrania, en el que dice que se avergüenza de su hijo. En el vídeo, aparece en el fondo la letra Z, el símbolo de la actual guerra rusa. Zerkalo.io entrevistó al hijo, que manifestó que su madre había participado en el vídeo bajo coacción. El 15 de abril, Igor Tur (presentador del canal estatal ONT TV y que figura en la lista de sanciones de la Unión Europea por crear propaganda y desinformación para el régimen de Bielorrusia) publicó un vídeo parecido de la madre de otro voluntario bielorruso. La madre interpela a su hijo diciendo que «es mejor pasar unos años en prisión en tu propio país que matar gente».
Mayo de 2022
Cientos de canales de Telegram en la lista de «extremistas». Hasta mayo, según comentarios oficiales, 633 canales de Telegram figuraban en la lista de «extremistas» y más de 200 personas habían sido detenidas desde principios de año por difundir información de fuentes «extremistas». Los canales de Telegram supuestamente extremistas no tienen por qué centrarse en noticias de índole política. El canal de Telegram Ekonomika Belarus («Economía de Bielorrusia») también fue calificado de «extremista». En algunos casos, los canales de Telegram y los medios de comunicación son calificados como «formaciones extremistas».
Ser un «extremista». A diferencia de los «extremistas», ya que suscribirse a estos canales se considera una infracción administrativa, ser seguidor de una «formación extremista» puede conllevar cargos penales y una condena de varios años de prisión. Mientras tanto, la lista de obras literarias «extremistas» no deja de crecer. El libro El concepto de nación bielorrusa se añadió a la lista de contenidos «extremistas» y la novela Perros de Europa, del escritor bielorruso contemporáneo Alherd Bakharevich, se encuentra entre los libros que recientemente fueron catalogados como «extremistas».
Más medios de comunicación «extremistas» y más restricciones. El sitio web de Mediazone.Belarus y todas sus cuentas en las redes sociales se han incluido en la lista de «extremistas». El proyecto Chestnaya Gazeta («Periódico Honesto»), que se difundió en forma de folletos en pdf con noticias sobre Bielorrusa, fue calificado de «formación extremista». Las autoridades registraron la oficina del medio de comunicación regional promogilev.by. El periodista Igor Kazmerchak, redactor jefe de Orsha.ru, es imputado en una causa penal por insultar al presidente. Konstantin Zolotykh, director del periódico de economía The Belarusians and The Market, fue detenido por el KGB y se enfrenta cargos penales por incitar al odio. Yury Hantsarevich, corresponsal de periódico independiente Intex-Press, fue arrestado por enviar fotos de material militar ruso a medios independientes. Los canales de Telegram pro-régimen bielorruso publicaron su «vídeo de confesión». Por último, se inició otra causa penal, esta vez relacionada con la organización de un grupo terrorista, contra el bloguero Stepan Putilo, fundador de NEXTA, el canal de Telegram más grande de Bielorrusia, y sus colaboradores.
Represión contra familiares de trabajadores de medios de comunicación y blogueros. El 26 de mayo, los padres de Margarita Levchuk, una cantante de ópera bielorrusa, fueron detenidos durante un corto espacio de tiempo y recibieron multas onerosas por «no obedecer a la policía». Las autoridades también registraron y destrozaron el apartamento de los padres del bloguero Andrei Pauk y detuvieron a uno de sus amigos. Levchuk y Pauk forman parte de un dúo satírico que canta sobre temas políticos y tiene un canal de YouTube muy popular. También se informó de que la madre de Yahor Martsinovich, redactor jefe de Nasha Niva encarcelado por motivos políticos, fue despedida de la revista Mastactva («Arte») donde dirigía la sección de música desde 1991.
Los blogueros de YouTube, TikTok e Instagram continúan en el punto de mira. El popular canal de YouTube Zhizn-Malina (con 110 000 suscriptores), dirigido por el bloguero Nikita Melkozerov, se incluyó en la lista de «extremistas». En este canal de YouTube, se publican entrevistas a activistas cívicos, políticos y figuras de la cultura popular bielorrusa, entre otros. El bloguero de Instagram Rostislav Chepurnoy, que realizó una publicación sobre una protesta de los trabajadores de una fábrica de productos lácteos en Bielorrusia, fue arrestado y un periódico estatal publicó su «vídeo de confesión» en línea. Los canales de Telegram pro-régimen publicaron una historia sobre un maestro de escuela que compartió la ubicación de tropas rusas con el canal de televisión Belsat. Por ello, se enfrenta a hasta siete años de prisión.
Represión contra una nueva librería con obras sobre la historia de Bielorrusia. El régimen se centró cada vez más en las manifestaciones públicas de la identidad y la cultura bielorrusas. Durante el primer semestre de 2022, se interrumpió la actividad de cuatro editoriales bielorrusas que publican libros en bielorruso. El 16 de mayo, los propagandistas de los medios estatales bielorrusos criticaron una librería recién inaugurada en Minsk en la que se vendían libros de historia en bielorruso. Unas horas más tarde, las fuerzas de seguridad registraron la librería. Los propagandistas estatales de Bielorrusia actúan cada vez más como una entidad de control del Estado, que vigila las manifestaciones de la identidad bielorrusa en el espacio público y guía las acciones represivas del aparato del Estado contra ella.
Lukashenko pide una «contrapropaganda» más activa. El 31 de mayo, Lukashenko presidió una reunión de alto nivel sobre el tema de la propaganda. «Lo más importante es poder hacer contrapropaganda, tal como se denominaba en la Unión Soviética», dijo el presidente bielorruso. Tras la reunión, el jefe de la administración presidencial, el general de división del KGB, Igor Sergeenko, manifestó: «Se puede decir lo que se quiera en los medios de comunicación, pero lo más importante es aceptar la responsabilidad de ello ante las personas, la sociedad, uno mismo y la Ley». Mientras tanto, los defensores de los derechos humanos bielorrusos documentaron el caso de una persona arrestada por motivos políticos, que fue obligada a permanecer de pie y ver los discursos de Lukashenko durante tres noches seguidas (de 8.00 p. m. a 6.00 a. m.) en una habitación especial del centro de detención.
Junio de 2022
Nuevos medios de comunicación «extremistas» y blogueros «terroristas». Más de cincuenta nombres nuevos fueron incluidos en la lista de contenidos extremistas como, por ejemplo, las cuentas personales de activistas bielorrusos en Facebook e Instagram. Se añadieron a la lista de «formaciones extremistas» el proyecto «Consejo de Cultura Bielorrusa», su sitio web y redes sociales, entre otros. Varios canales de Telegram, incluido el canal de humor político de Telegram Us Lukashenka («El bigote de Lukashenko»), fueron catalogados como «formaciones extremistas». El KGB añadió a la lista de terroristas al bloguero Ihar Losik, que fue condenado a quince años de prisión a finales de 2021. Las redadas represivas contra los blogueros continuaron y los canales de Telegram pro-régimen publicaron «vídeos de confesiones» de algunos blogueros de TikTok, incluido Alexei Bondar, cuya cuenta de TikTok, lexmask, tiene más de cincuenta y siete mil seguidores.
Seis años de prisión para un periodista y otros actos de represión contra los trabajadores de los medios de comunicación. El 8 de junio, el periodista independiente del servicio bielorruso de Radio Liberty, Andrei Kuznechyk, fue condenado a seis años de prisión en régimen estricto. Se le acusó de crear una «formación terrorista». El 6 de junio, comenzó un proceso judicial contra la mayor agencia de noticias independiente, Belapan. Cuatro empleados de Belapan, incluida la redactora jefe, Irina Levshina, y el exdirector, Dmitry Novozhilov, están acusados de «organización de una formación extremista» y de delitos fiscales. El periodista de Belapan Andrei Aleksandrov también está acusado de traición.
La redactora jefe del periódico independiente Novy Chas (Tiempo Nuevo), Oksana Kolb, fue condenada a dos años y medio de prisión. Los equipos editoriales de abw.by, el sitio web más grande sobre automóviles, y dev.by, el sitio web más grande sobre tecnologías de la información, fueron enjuiciados. La periodista bielorrusa Tina Polynskaya fue multada con unos 1 500 USD por llevar unas cintas azules y amarillas (los colores de la bandera ucraniana) en su bolso. Las autoridades registraron su apartamento después de que publicara en Facebook un artículo crítico sobre la visita a Bielorrusia del patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa. El fotógrafo independiente Evgeny Yerchak, que colaboró con Tut.by, fue detenido. El redactor jefe de Ezhednievnik, Sergei Satsuk, se enfrenta a dos cargos penales adicionales.
Consúltese también aquí nuestro artículo anterior sobre los presos políticos en Bielorrusia.
Más personas calificadas como «terroristas» por comentarios críticos en línea. En junio, el KGB bielorruso incluyó a docenas de bielorrusos en una lista de terroristas. En ella figura Sviatlana Tsikhanouskaya, la líder de la oposición —que trabaja desde Lituania—, blogueros y activistas, así como ciudadanos de a pie que publicaron comentarios críticos sobre un oficial del KGB asesinado en un tiroteo el año pasado. Ejercer la libertad de expresión sigue conllevando condenas severas. Por ejemplo, una mujer de cincuenta y siete años fue condenada a dieciocho meses de cárcel por llamar «usurpador» a Lukashenko en una carta remitida al Comité de Investigación. También se siguieron imponiendo duras sentencias a las personas que filmaron los movimientos militares rusos en Bielorrusia. Por ejemplo, una mujer de veintisiete años fue condenada a cuatro años de arresto domiciliario por filmar los movimientos del ejército ruso en Bielorrusia y enviar el vídeo a una «formación extremista».
Más «coordinación» entre Bielorrusia y Rusia en el ecosistema mediático. El 27 de junio, el ministro de Información de Bielorrusia, Vladimir Pertsov, se reunió en Moscú con Andrey Lipov, presidente de Roskomnadzor, el Servicio Federal de Supervisión de las Comunicaciones, las Tecnologías de la Información y los Medios de Comunicación de Rusia. Según el Ministerio de Información de Bielorrusia, debatieron sobre «las tendencias contemporáneas en la regulación de los medios de comunicación y las relaciones jurídicas en el entorno en línea». Las dos partes podrían estar planeando coordinar e intensificar sus esfuerzos para restringir el acceso a los medios de comunicación independientes.
Amenazas de restringir el acceso a YouTube. El presidente de la empresa de radiodifusión y televisión de Bielorrusia, Ivan Eismont, amenazó con restringir por completo el acceso a YouTube en el país si se suspenden los canales de YouTube de los medios de comunicación estatales. «Si no queda ningún [contenido oficial] bielorruso [en las redes sociales], entonces la gran pregunta es si necesitamos estas redes», manifestó Eismont en una entrevista.
Julio de 2022
Más restricciones y medios de comunicación calificados como «extremistas» El medio de comunicación European Radio for Belarus (Euroradio) fue calificado como «formación extremista». El medio de comunicación independiente regional Hrodna.life y sus cuentas en redes sociales, así como el sitio web de la radio polaca Polskieradio.pl, fueron catalogados como «extremistas». La etiqueta de Instagram #svobodnayabelarus (‘#freebelarus’) también se incluyó como «extremista». Se restringió el acceso en línea al periódico de economía The Belarusians and The Market, a los sitios web vkletochku.org y politzek.me (que facilitaban la comunicación con los presos políticos) y al Centro de Investigación de Bielorrusia. Arche.by, el sitio web de una revista bielorrusa sobre historia, fue restringido por «reenviar contenidos extremistas».
El calificativo de terrorista y seis años y medio de prisión por compartir una publicación pacifista en las redes sociales. Se sigue deteniendo a personas por compartir contenidos de medios de comunicación independientes en chats públicos y en sus cuentas privadas de las redes sociales. Hasta julio, se habían incluido en la «lista de terroristas» a más de ciento treinta ciudadanos bielorrusos, a menudo solo por difundir contenidos «extremistas».
Los defensores de los derechos humanos informan de que una estudiante de veinte años, Danuta Perednya, fue condenada a seis años y medio de prisión por «perjudicar los intereses nacionales de Bielorrusia» e «insultar a Lukashenko». Su «delito» consistió en compartir en una conversación de Telegram un texto que contenía críticas a Putin y Lukashenko por declarar la guerra a Ucrania. Además, su nombre fue incluido en la «lista de terroristas».
Una periodista es sentenciada a ocho años más de prisión por «traición a la patria». Katerina Andreyeva, periodista de Belsat, fue condenada a ocho años de prisión por «transferir secretos de Estado de Bielorrusia a un país extranjero, una organización internacional o extranjera y sus representantes». Andreyeva ya cumple una condena de dos años por transmitir en directo una manifestación de protesta en Minsk en noviembre de 2020.
Represión contra periodistas y blogueros de TikTok. El periodista Yury Hantsarevich fue condenado a dos años y medio de prisión por difundir fotografías de material militar ruso en Bielorrusia. Yahor Lebiadok, un destacado experto militar y bloguero bielorruso, fue detenido por cargos cuestionables. El periodista Pavel Dailid fue detenido por fotografiar en 2020 una bandera blanca, roja y blanca en un mitin prohibido. Los canales de Telegram pro-régimen publicaron el «vídeo de confesión» del bloguero de TikTok Aleksandr Gurnik, gravemente golpeado. El bloguero de TikTok Yaroslav Velichko, con más de veinte mil seguidores, fue detenido. Los canales de Telegram pro-régimen publicaron su «vídeo de confesión». Últimamente, las autoridades se han centrado sobre todo en los blogueros de TikTok, quizá porque la mayoría de los blogueros de YouTube ya han emigrado o han sido encarcelados, así como debido a la creciente popularidad de TikTok en Bielorrusia.
Según la Asociación Bielorrusa de Periodistas, desde 2020, más de cuatrocientos periodistas han abandonado Bielorrusia.