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El Kremlin encuentra un nuevo grito de combate para su guerra contra Ucrania

agosto 25, 2022

La publicación de esta edición del boletín Disinformation Review coincide con el 183.er día de la «guerra de los 3 días» de Rusia contra Ucrania. Rusia ha estado librando una guerra injustificada a gran escala contra un vecino pacífico durante seis meses, bombardeando ciudades ucranianas, incluidos hospitales y escuelas, mientras mata, tortura y viola a civiles. Según los cálculos ucranianos, más de 5 000 civiles han muerto, entre ellos 361 niños.

Sin embargo, nada de esto importa a los propagandistas rusos, cuya retórica de manipulación y odio ha permitido y tratado de ofuscar muchos de los más de veintiocho mil crímenes de guerra denunciados perpetrados por las fuerzas armadas rusas en Ucrania. Cuando se cumplen seis meses de la invasión rusa a gran escala, que coincide con el día de la independencia de Ucrania, los expertos pro-Kremlin han encontrado un nuevo grito de combate para la agresión contra Ucrania: el asesinato de Darya Dugina, experta pro-Kremlin e hija del ultranacionalista y filósofo ruso Alexander Dugin.

Rusia contra la aniquilación

El asesinato de Darya Dugina con un coche bomba en Moscú es tan espantoso como turbio. El Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB, por su siglas en ruso) anunció que el «crimen estaba resuelto», nada más y nada menos que en un tiempo récord. Acusó a los servicios secretos de Ucrania de organizar el asesinato y a una madre con un niño de doce años a su cargo de perpetrarlo. Las supuestas pruebas, presentadas en constante rotación en la televisión controlada por el Estado ruso, son cuanto menos cuestionables, pero eso no sosegó a los propagandistas del Kremlin.

Incluso antes de las «revelaciones» del FSB, los expertos pro-Kremlin acusaron a Ucrania al afirmar simultáneamente que el suceso era parte del complot de Zelenski para provocar un ataque aéreo ruso sobre Kiev (para hacer quedar mal a Moscú) y una tentativa británica, perpetrada por Ucrania, de enemistar a Rusia y Turquía. Como ya es habitual, se dijo que los servicios de inteligencia británicos estaban detrás del asesinato. La supuesta prueba fue un artículo del Daily Mail cuyo tono desagradó a los propagandistas pro-Kremlin. Estonia también fue acusada sin la más mínima prueba.

Esto llevó a la redactora jefe de RT, Margarita Simonyan, sancionada por la Unión Europea, a sugerir que unos «profesionales» podrían ir a «admirar los chapiteles en la cercanías de Tallin», insinuando la participación de Rusia en el envenenamiento de Salisbury que, a día de hoy, el Kremlin continúa negando. Por cierto, esta no es la primera vez que los propagandistas del Kremlin demuestran que saben que están mintiendo: difundir desinformación no es una accidente o un error, es una elección.

Estas acusaciones, vertidas contra Ucrania, el Reino Unido y Estonia en la televisión rusa están en consonancia con una narrativa de desinformación mayor según la cual los servicios secretos occidentales van detrás de Rusia. También se corresponden con los objetivos más específicos de la desinformación pro-Kremlin, a saber:

  • movilizar una nueva ola de apoyo interno a la continua agresión militar contra Ucrania, la propaganda del Kremlin ahora denomina al país no solo Estado «nazi», sino también Estado «terrorista»;
  • vilipendiar al Reino Unido como la encarnación de los pérfidos «anglosajones» que ayudan a Ucrania; y
  • denigrar a Estonia y, por extensión, a los Estados bálticos como hostiles, rusófobos y hospedadores de criminales peligrosos.

Los canales de desinformación pro-Kremlin están utilizando el asesinato para aumentar la importancia de la invasión a los ojos del público nacional. El mensaje es que nadie está a salvo. El asesinato se presenta en los medios de comunicación rusos con afirmaciones de que Ucrania está a punto de hacer estallar su propia central nuclear en Zaporiyia (véase más información aquí). El objetivo es presentar una imagen en la que Rusia se enfrenta a una guerra de aniquilación, en la que la única forma de sobrevivir es destruir Ucrania.

«Al comprender que es imposible derrotar a Rusia en un campo de batalla, Occidente está tratando de aniquilarnos de todas las formas». «60 Minutos», canal de televisión Rossiya 1, 22-08-2022

Retorno al revisionismo histórico

Esta semana también se cumplió el 83.º aniversario del pacto Molotov-Ribbentrop. Como muchas otras veces en el pasado, los medios de comunicación pro-Kremlin aprovecharon la oportunidad para hacer un acto de revisionismo histórico que minimizaba y blanqueaba el papel de la Unión Soviética en la firma del pacto con la Alemania nazi y en el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial, con todas sus consecuencias. Consúltense afirmaciones de desinformación parecidas realizadas en 2021, 2020 y 2019.

Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia publicó un vídeo en Twitter en el que se afirmaba que muchos otros países, incluidos los Estados báltico, firmaron pactos similares con la Alemania nazi. Sin embargo, el Ministerio guardó silencio sobre los protocolos secretos del pacto, que dividían Europa en «esferas de influencia», una idea que todavía resuena en Rusia.

A la hora de hablar del pacto Molotov-Ribbentrop, a los divulgadores de la desinformación pro-Kremlin les gusta decir que la Unión Soviética «no tenía elección», de la misma manera que hoy día Rusia «no tiene ninguna elección» más que librar una guerra brutal y sangrienta. Excepto que sí que la tiene, pero sigue eligiendo la violencia.

 

Imagen de fondo: Twitter, Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia