El Kremlin intenta envenenar la opinión pública a nivel mundial

Los propagandistas del Kremlin siguen con sus incansables esfuerzos de envenenar las mentes de los ciudadanos a nivel mundial, ya sea manipulando los hechos en torno a la seguridad alimentaria o negando a la ciudadanía ucraniana su derecho a existir como pueblo y Estado.
Ayer, 26 de abril, se cumplieron 37 años del accidente nuclear de Chernóbil. Al igual que sus predecesores soviéticos, los actuales líderes y autoridades de Rusia siguen negando la verdad sobre los peligros de las acciones militares que Rusia está llevando a cabo cerca de la planta nuclear de Zaporiyia, y como sucede con otras cuestiones, en su lugar se dedican a difundir meras invenciones, manipulaciones, engaños y mentiras descaradas.
Sin embargo, según las encuestas realizadas por Gallup, a pesar de esta avalancha de desinformación, Rusia no consigue convencer a la ciudadanía a nivel mundial. La opinión pública mundial ha castigado de forma severa las acciones más recientes de Rusia y ha colocado el índice de aprobación global del Kremlin (que se sitúa en un 21 %) en su punto más bajo, lo que marca una caída histórica.
En el boletín Disinformation Review de esta semana, cubrimos las manipulaciones más recientes del Kremlin sobre la seguridad alimentaria mundial; nos frotamos los ojos con incredulidad ante las últimas difusiones de noticias sobre la guerra, que parece que el ecosistema del Kremlin haya sacado de cuentos de hadas; y diseccionamos una vez más una de las mentiras más peligrosas del Kremlin: la negación del derecho a existir de Ucrania y la población ucraniana.
La Unión Europea (otra vez) al borde del colapso
Hemos seguido monitoreando la cínica gira mundial emprendida por Rusia, centrada en manipular la información y difundir desinformación sobre la seguridad alimentaria a nivel global.
Según las recientes manipulaciones del Kremlin, el éxito de la Unión Europea en la apertura de corredores de solidaridad para facilitar el acceso de los cereales ucranianos a los mercados alimentarios de todo el mundo no solamente ha causado un aumento de las tensiones entre los Estados miembros, sino que también provocará el colapso real de la Unión Europea. Como parte de su campaña, el ecosistema de manipulación de la información del Kremlin ha recurrido de nuevo a la difusión de material manipulado, tratándose esta vez de una portada falsa del Handelsblatt, un respetado periódico financiero en lengua alemana.
Esta campaña del Kremlin nos devuelve a las predicciones apocalípticas que se encargó de proferir durante la pandemia de la COVID-19. Teóricamente, la UE no era capaz de hacer frente a ese desafío y (sí, misma conclusión) se encontraba al borde del colapso. Esta insistencia en el inevitable desmoronamiento de la UE no hizo más que acentuarse a medida que la crisis sanitaria se exacerbaba en Rusia, donde se registró un exceso de mortalidad de unos 1 000 fallecidos adicionales por día (véanse nuestros informes aquí).
Predecir el fracaso de los demás o denigrar a los oponentes es una reacción instintiva básica del Kremlin para desviar la atención de los problemas a nivel nacional, como la incapacidad de haber logrado una victoria rápida en Ucrania y el número de víctimas en aumento que está dejando el conflicto.
Las palabras vacías de Rusia no alimentan a los más necesitados
En una variante mucho más venenosa de la desinformación del Kremlin, se presenta a la Unión Europea y a sus Estados miembros como incapaces de alimentar a la población más necesitada de África. Todo ello a pesar de que la estrategia pluridimensional de la UE basada en la solidaridad, la producción sostenible, el libre comercio y la cooperación mundial está abordando el problema con medidas concretas, tanto dentro de la UE como a escala global.
Además, esta falsedad tóxica oculta convenientemente que la invasión rusa de Ucrania, cuyas exportaciones alimentaban a 400 millones de personas, ha desestabilizado los mercados alimentarios de todo el mundo y está incrementando los precios de los alimentos debido a unos mayores costes de producción, transporte y seguros de flete. Las consecuencias de esta situación se sufren especialmente en algunos de los países más pobres y con economías más frágiles del África subsahariana y en otras partes del mundo.
Las fuerzas rusas también han destruido en Ucrania importantes reservas alimentarias y equipos de producción y almacenamiento, así como instalaciones de procesamiento y de transporte, como todavía ponen de manifiesto las fotografías de silos de cereales y embarcaderos portuarios bombardeados. El año pasado cubrimos extensivamente este asunto en nuestro artículo dedicado a la seguridad alimentaria y en este vídeo.
Lavrov en el Ritz
En vez de tanta palabrería sin sentido, Rusia podría contribuir realmente a la seguridad alimentaria mundial poniendo fin a su guerra ilegal en Ucrania y retirando sus fuerzas de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania.
En cambio, Moscú prefiere enviar a su ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, en giras internacionales para maquillar la verdad e intentar convencer a países de todo el mundo de la inocencia de Rusia con algunos trucos básicos de su libro de estrategias manipulativas: engañar, negar y distraer.
Puro teatro, ya que todos conocemos las consecuencias reales de las acciones emprendidas por Rusia.
En otras noticias de desinformación de esta semana:
- Rusia ha destruido un búnker secreto de la OTAN en Ucrania. Cuando la realidad no les satisface, los propagandistas del Kremlin la sustituyen por sus fantasías. Pero la verdad es que Rusia sigue asesinando a un gran número de civiles inocentes. En el mundo de fantasía de los propagandistas rusos, les encantaría que sus «Wunderwaffen» estuvieran destruyendo búnkeres de centros de mando de la OTAN con cientos de oficiales, incluyendo los de los aliados occidentales. Así pues, ¿por qué no ampliar el eco de un texto de Internet de orígenes inciertos en el que se declara que algo así habría sucedido en realidad? El problema es, por supuesto, que nada de esto ha ocurrido. Puede leer argumentos que lo desmienten aquí y, con más detalle, aquí.
- EE. UU. pretende crear un arma biológica universal. Se trata de una de las partes de la campaña del ecosistema de desinformación pro-Kremlin relacionada con las armas y los laboratorios biológicos, desmentida en numerosas ocasiones por otras fuentes y por nosotros mismos. En este caso en particular, el público objetivo es el de Georgia, pero hemos dado con casos similares por ejemplo en Ucrania, Kazajistán y Armenia. Los propagandistas del Kremlin intentan transformar una cooperación destinada a reducir los riesgos biológicos en algo más siniestro. El hecho de aprovecharse de los tabúes y de los miedos más primarios asociados a las armas biológicas tiene como objetivo fomentar actitudes antioccidentales y ofrecer otra justificación falsa más de la ofensiva rusa en Ucrania.
- El pueblo ucraniano es históricamente ruso y necesita protección contra el imperialismo occidental. Esta desinformación divulgada en francés, especialmente destinada al público africano, es una verdadera píldora envenenada. La narrativa de desinformación pro-Kremlin de este estilo pretende arrebatarle al pueblo ucraniano no solo su propia historia, sino también su identidad y etnicidad. Y no solo eso, sino que también intenta despojar a los ucranianos de su autonomía y los enmarca de forma verdaderamente chovinista como objetos necesitados de la protección del Kremlin. En definitiva, el argumento es un intento fallido de justificar la injustificable invasión rusa de Ucrania. La guinda del pastel la pone un ataque a los países occidentales, a los que los agentes de desinformación tachan de imperialistas, donde se ve claramente que la verdad acaba apuntando al acusador. Rusia es quien está demostrando una verdadera actitud imperialista, tal y como el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión, Josep Borrell, constató en el discurso que pronunció en Múnich.