Un buen mentiroso debe ser un buen oyente. Igual que lo adivinadores, los medios de desinformación pro-Kremlin calibran las esperanzas, prejuicios y miedos de las audiencias.

Un buen mentiroso debe ser un buen oyente. Igual que lo adivinadores, los medios de desinformación pro-Kremlin calibran las esperanzas, prejuicios y miedos de las audiencias.
El 9 de marzo se iniciaron las vistas del juicio por el MH17. ¿Qué ha pasado desde entonces en el frente de la desinformación? Tenemos algunos patrones regulares y las actividades de Alexander Malkevich.
La profunda sensación de rencor y resentimiento sobre el pasado es un elemento fundamental de los mitos proKremlin. Determina cómo se describe la historia y la actualidad en los medios de comunicación leales al Kremlin.
Los trabajadores (des)informativos están bien remunerados: las partidas presupuestarias destinadas a los medios de comunicación pro-Kremlin aumentan de nuevo.
La propagación de desinformación de la semana pasada continúa con algunas estrategias defensivas pro-Kremlin respecto al envenenamiento de Navalny y las protestas en Bielorrusia.
Los artículos de la RT Deutsch son los segundos más compartidos en las redes sociales alemanas. Salvo por una revista alemana reputada —Der Spiegel—, los medios de comunicación pertenecientes al Kremlin dominaron el espacio de información digital alemán, tanto en número de artículos publicados como en reacciones en las redes sociales.
El pasado 17 de agosto, periodistas de los canales estatales bielorrusos se declararon en huelga. Aleksandr Lukashenko reaccionó despidiéndolos a todos casi de inmediato y solicitando a Rusia que enviara shtreykbrekhers —esquiroles— a Bielorrusia.
Hay numerosos paralelismos que trazar y los medios pro-Kremlin se han propuesto señalar tantos como sea posible.
Expertos alemanes han concluido que el disidente y activista anticorrupción ruso Alekséi Navalny fue envenenado con un agente químico neurotóxico de grado militar del grupo Novichok.
En Bielorrusia se suceden las protestas desde hace ya casi un mes. Mientras tanto, los medios de comunicación controlados por el Estado bielorruso y el Estado ruso han ido perfeccionando y puliendo sus narrativas de desinformación para situarlas en la misma onda.
Al no verse obstaculizada por los hechos, la desinformación puede a veces dar giros sorprendentes e inesperados. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, los medios de comunicación pro-Kremlin se basan en un conjunto de narrativas bien afianzadas que se usan como plantilla para situaciones particulares.
En estos últimos días, miles de personas han salido a las calles de Bielorrusia para protestar por los resultados de las elecciones presidenciales, que dieron al presidente Aleksandr Lukashenko una victoria aplastante entre acusaciones generalizadas de fraude electoral.