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Putin ladrador, poco mordedor

mayo 11, 2023

El Día de la Victoria, que se celebra en Rusia el 9 de mayo, es un día especial para el aparato de desinformación y manipulación de información del Kremlin. Es cierto que, sobre el papel, esta fecha marca para Rusia el final de la II Guerra Mundial. No obstante, para los propagadores de desinformación y los manipuladores de información, y hasta para el mismísimo mandatario, como máximo exponente de la avalancha de mentiras, el 9 de mayo es una ocasión anual para alimentar las llamas de la confusión, reforzar la línea del Kremlin y volver a calibrar las narrativas de desinformación cuando es necesario.

Este año, como el anterior, no ha sido una excepción. El ecosistema de desinformación pro-Kremlin ha sido rápido en captar las señales del deslucido discurso de Putin en la Plaza Roja para difundir las mismas narrativas de desinformación que acababa de producir su dueño y señor. Veamos qué ideas han encontrado mayor eco.

Al fin en guerra

El mensaje central fue especialmente lúgubre: «Ha estallado una nueva guerra en Rusia». Desde el comienzo, el discurso estuvo cargado de revisionismo histórico pro-Kremlin y de una «mentalidad de estado de sitio». Como cabía esperar, los medios pro-Kremlin llevaban meses difundiendo una narrativa de desinformación que afirmaba que Rusia está en guerra con todo Occidente, incluida la OTAN como fuerza colectiva, tal y como mostraron los discursos de manipulación que pronunció durante los actos conmemorativos por el Sitio de Leningrado y la Batalla de Stalingrado de la II Guerra Mundial. Esta vez, con su mensaje del 9 de mayo, Putin ha logrado dar un nuevo impulso a esta falsa narrativa de desinformación.

Medios pro-Kremlin como RIA Novosti, TASS e Izvestia también difundieron el imaginario de Rusia como defensora de los «valores tradicionales» y como única fuerza que hace frente a la inmoralidad de Occidente. La evocación de valores tradicionales es una táctica de manipulación básica del Kremlin, como también lo es el hablar sobre la guerra con una connotación religiosa.

Las quejas infundadas de Putin sobre el borrado y destrucción del legado Soviético por parte de Occidente han servido a los medios pro-Kremlin de trampolín para lanzar la narrativa de desinformación de que la «rusofobia» está arraigándose en Europa. Curiosamente, los comentaristas pro-Kremlin parecen estar felices en su ignorancia ante el hecho de que ya se han destapado los intentos de Rusia por sembrar división, por ejemplo, por medio de la escenificación de protestas falsas con el objetivo de desacreditar a Ucrania.

Rusia la Mediadora de la Paz

Otro dato desinformativo remarcable del discurso de Putin del 9 de mayo que tampoco escapó a los oídos de los amplificadores de desinformación pro-Kremlin fue la afirmación de que, para Rusia, no hay enemigos ni gente hostil en ningún lado. Esta noción contradice completamente las constantes y encendidas declaraciones de que «las élites occidentales» amenazan la propia existencia de Rusia. Por otra parte, es cierto que la coherencia nunca ha sido el fuerte de los propagadores de desinformación pro-Kremlin.

Otro ejemplo de esta falta de coherencia es la presentación que se hace de Rusia como liberadora y mediadora para la paz, movida por el único interés de lograr un futuro estable y pacífico para todos. En yuxtaposición a las continuas acusaciones de belicismo contra Occidente, esta narrativa intenta dar un argumento persuasivo de que Rusia solo busca la paz. No se dejen engañar. Los llamamientos rusos a la paz son vacías maniobras de relaciones públicas concebidas para distraer y para negar las atrocidades que Rusia comete en Ucrania todos los días.

Las cifras no mienten

Los propagadores de desinformación pro-Kremlin han procurado causar asombro con las celebraciones y desvanecer el ambiente de creciente nerviosismo, pero al final los números nunca mienten. El desfile fue más corto y reducido. Ningún avión surcó el cielo y ningún tanque moderno lució en la Plaza Roja. Así pues, en contra de la teoría del garrote de Teddy Roosevelt que aconsejaba hablar con dulzura pero enseñando los dientes, el 9 de mayo, Putin y los amplificadores de desinformación pro-Kremlin se convirtieron en perros ladradores porque no pudieron enseñar los dientes tanto como les hubiera gustado.

Como dato destacable, la cancelación del «Regimiento Inmortal» impidió a la ciudadanía de a pie exponer fotos de sus familiares veteranos. El Kremlin había trabajado con denuedo en años anteriores para incluir esta popular marcha en los desfiles. Es probable que hayan tomado esta medida para evitar exhibir públicamente los numerosos soldados rusos que han caído en la agresión contra Ucrania.

Suelta los drones

Justo unos días antes del 9 de mayo, el ecosistema de desinformación pro-Kremlin se preparaba para estallar en frenesí debido a la explosión de dos drones sobre el Kremlin. A pesar de que Ucrania ha negado su participación en el incidente, los medios de desinformación pro-Kremlin, con independencia de quien pueda estar detrás, no han dejado pasar la oportunidad de abrir el grifo de las mentiras y difundir absurdas teorías sobre lo ocurrido.

Algunos han aprovechado la ocasión para minar la confianza en el liderazgo político de Kiev alegando falsamente que el presidente Zelenski ha abandonado Ucrania por miedo a represalias rusas. Otros, como el detestable y una vez presidente Dmitri Medvédev, han ido más lejos y han hecho un llamamiento a la «inmediata eliminación física» de Zelenski. Otra de las tácticas más usadas es el alarmismo. Mientras algunos amenazaban más veladamente con adoptar «medidas concretas» como represalia, otros se lanzaban a la piscina y hacían claros alardes de armamento nuclear.

Pero el hilo conector estaba claro: pintar a Ucrania como un estado terrorista que ataca a Rusia sin la más mínima razón. No obstante, esta cantinela no es nueva. La hemos oído en multitud de ocasiones. Nada de eso es verdad.

Esos malditos anglosajones

Si todos los caminos llevan a Roma, a ojos de los expertos de la desinformación pro-Kremlin, todos los dedos apuntan inevitablemente a EE. UU. Los medios de desinformación pro-Kremlin no tardaron mucho en acusar a EE. UU. de estar detrás del ataque con drones. Naturalmente, ya llevamos mucho tiempo siguiendo la obsesión del Kremlin por los llamados anglosajones, quienes parecen estar entre sus principales chivos expiatorios de todo lo malo que sucede en el mundo. En este medio hemos reunido una cuidada colección de narrativas de desinformación pro-Kremlin sobre el tema de los «anglosajones».

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