Una crónica sobre las contradicciones del Kremlin

Promoción de la reticencia a la vacunación en el extranjero mientras se reclama la vacunación obligatoria en el país
Los medios de comunicación pro-Kremlin continúan promoviendo la reticencia a la vacunación en el extranjero. Los medios de comunicación en inglés con sede en Rusia como la Fundación de la Cultura Estratégica y el grupo de reflexión One World han publicado artículos que sugieren que las vacunas son una campaña encubierta a favor de la «despoblación» o que describen las políticas occidentales en materia de vacunas como «agresión híbrida» contra Rusia.
Desde el verano pasado, cuando el presidente de Rusia declaró con orgullo que el país había conseguido crear la primera vacuna eficaz y segura del mundo, su comercialización se ha convertido en una prioridad nacional para el Estado ruso. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia se ha convertido en la mayor agencia publicitaria del mundo. Una búsqueda en Google del término «Sputnik V» genera más de tres mil resultados del sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, y la portavoz del Ministerio Maria Zakharova vende la vacuna en prácticamente todas sus ruedas informativas semanales.
No comprar lo que vende el Kremlin
Los funcionarios del Estado ruso y los medios de comunicación pro-Kremlin han tratado de describir incansablemente la batalla de Rusia contra la pandemia como un modelo para el mundo, y a su vacuna como superior a cualquiera que haya producido Occidente. Los funcionarios rusos incluso acusaron de forma infundada a la Unión Europea (UE) de impedir deliberadamente la venta de Sputnik V. Los medios de comunicación controlados por el Kremlin han destacado en repetidas ocasiones los peligros de las vacunas extranjeras. En la actualidad, la realidad pasa factura a la propaganda. Hablar mal de las vacunas extranjeras no ha mejorado la confianza en las alternativas nacionales. Los rusos no compran lo que vende el Kremlin. Ya en septiembre de 2020, una encuesta de la organización independiente Levada Center mostró una fuerte desconfianza en la vacuna Sputnik V entre los rusos.
Hasta la fecha, poco más del 10 % de la población rusa está totalmente vacunada, según una estadística de la Universidad Johns Hopkins. La media de la UE se aproxima al 30 %.
Las cadenas estatales rusas han atacado ferozmente a las vacunas extranjeras y han asustado a los telespectadores con sus efectos secundarios letales. Ahora, los medios de comunicación pro-Kremlin culpan a Occidente de provocar el lento despliegue de las vacunas en Rusia. Las autoridades rusas han sido reacias a la hora de abordar el problema de la reticencia a la vacunación. El presidente de Rusia ha declarado que la vacunación debe ser voluntaria:
«Creo que no es útil introducir la vacunación obligatoria. Los ciudadanos deben comprender ellos mismos que pueden enfrentarse a peligros graves e incluso mortales sin la vacuna».
A principios de junio, el portavoz del Parlamento de Rusia Vyacheslav Volodin sugirió la introducción de legislación que ilegalizara la obligatoriedad de la vacunación en Rusia.
«En primer lugar, debemos garantizar que haya vacunas gratuitas y seguras contra el coronavirus y hacerlas accesibles. En segundo lugar, debemos garantizar los derechos de los ciudadanos a vacunarse de forma voluntaria».
Silenciamiento de las estadísticas
Ahora las circunstancias han cambiado drásticamente. Desde principios de junio, Rusia ha registrado un aumento del número de casos de COVID-19.
Parece que la situación es más acuciante en las grandes ciudades. Las autoridades de San Petersburgo, una de las ciudades que acogen el Campeonato Europeo de Fútbol que se está disputando estos días, dejaron de publicar datos sobre la pandemia a principios de junio.
La ciudad de Moscú y su región metropolitana, con alrededor de veinte millones de habitantes, acaba de decidir desoír las instrucciones del Kremlin y ha impuesto la obligatoriedad de la vacunación para empleados de distintos sectores. Las empresas y particulares que la incumplan serán multados.
El Ministerio de Sanidad de Rusia recomienda que los ciudadanos reciban una tercera dosis de Sputnik V. En varios casos, los niveles de anticuerpos de las personas vacunadas inicialmente han disminuido hasta niveles insuficientes. Uno de estos casos es el de la redactora jefa de RT y Sputnik, Margarita Simonyan:
«Me he vuelto a vacunar. Recibí las dos primeras dosis en septiembre y conseguí un nivel de anticuerpos elevado. Llevo una vida activa, transmisiones, viajes, foros, conferencias, bodas y reuniones con desconocidos a diario, algunos de los cuales caían literalmente por COVID al día siguiente. Yo no cogí nada. No enfermé. Hace poco comprobé mis anticuerpos: sus niveles habían disminuido considerablemente. Así que fui a ponerme una tercera inyección».
Mientras Simonyan recibe un refuerzo de Sputnik V, las autoridades rusas aumentan las restricciones y hacen que la vacunación sea obligatoria, RT, el medio de comunicación de Simonyan, todavía se alegra de dar cabida a las opiniones que atacan a Occidente por aplicar innecesariamente restricciones contra la COVID-19:
«Es un error. El argumento científico para el retraso [de la relajación de las restricciones en el Reino Unido] es dudoso y también existe un argumento económico de peso en contra. Así que, venga, Boris, sé atrevido y deja de ser sumiso, devuélvenos la libertad y permite que nuestras vidas recobren la normalidad, porque ya hemos sufrido durante bastante tiempo».
New Eastern Outlook, un medio de comunicación vinculado a la Academia de las Ciencias de Rusia, también ha continuado promoviendo conspiraciones sobre las vacunas, bastante después de que las autoridades rusas se pronunciaran sobre la obligatoriedad de la vacunación:
«Si bien los principales medios de comunicación ignoran datos alarmantes, incluyendo la muerte de incontables víctimas jóvenes y sanas, Washington y Bruselas, junto con la Organización Mundial de la Salud y el Cártel de las Vacunas, promueven las políticas relacionadas con la vacuna contra el coronavirus con toda la compasión de una “oferta mafiosa que no se puede rechazar”».
Esta semana también se registró un incremento de casos de ataques contra Ucrania. La mayoría sigue el camino habitual y repite tropos conocidos sobre el «referéndum» de Crimea, sobre el «golpe de Estado» en Kiev de 2014 y afirma que Ucrania está «gobernada por nazis». También encontramos otra profecía sobre el desmoronamiento inminente de Ucrania; afirmación documentada doscientas veces desde 2015. Sigue siendo una mentira.
Los casos más escandalosos de esta semana:
- Los Estados bálticos deberían estar agradecidos: la ocupación soviética los protegió
- Los Cascos Blancos preparan un ataque químico
- Las grandes farmacéuticas orquestan una campaña contra Sputnik V